Menu

Content

La sordera de Beethoven

La historia tiene en su  inventario a insignes hombres  que sufrieron la sordera, entre los cuales están: Goya, un genio de la pintura,  Juan Jacobo Rousseau, un esclarecido filósofo y músico, y el poeta  Pierre de  Ronsard, que mencionamos solo para citar algunos pero, indudablemente, entre todos ellos destaca Ludwig Van Beethoven, el genio musical.

BeethovenEl hecho que Beethoven  haya sido sordo es un detalle sorprendente, esa circunstancia lo hace más genial todavía.  ¿Un músico puede carecer del sentido que se considera el más importante para el desarrollo de su profesión? Así lo demostró e inclusive, cuando ya había perdido totalmente la audición, produjo su obra más conocida en el mundo: la novena sinfonía. Aun cuando la sordera fue el padecimiento que ha trascendido y el que le causó más angustias, la causa de su muerte fue una cirrosis hepática.

A la edad de 26 años, comenzó a notar dificultad para entender palabras y aún  frases enteras ocultadas por zumbidos que le enardecían.  Pero intentó mantener secreta su dificultad auditiva durante mucho tiempo. Solo lo confió a algunos amigos íntimos de Bonn a quienes les comentaba:
  (Extractos de una carta al Dr. Franz Gerhard Wegeler, su mejor amigo de Bonn, 1801)

 “…Debes saber que mi facultad mas alta, mi oído, se ha visto grandemente deteriorada…”
"... Qué triste es lo que me tocó, debo evitar todas las cosas que me son queridas…”
"... O, qué feliz seria si mi oído fuera completamente restaurado, en ese caso me apuraría a visitarte…”
"...Por su puesto que estoy resuelto a elevarme por sobre cualquier obstáculo, pero como será eso posible?..”
"... Te suplico que mantengas un profundo secreto acerca del asunto de mi sordera, no lo confíes a nadie, no importa a quien…”
"... Mi oído se ha puesto mucho peor en los últimos tres años, hecho que fue causado por la condición de mi estómago…”
"... Por dos años, he evitado casi toda reunión social, porque me es imposible decirle a la gente “hable más fuerte, estoy sordo”… Si yo perteneciera a cualquier otra profesión esto sería más fácil, pero en la mía el hecho es algo aterrador…”
"... Es curioso que en conversación la gente no se da cuenta de mi condición de ningún modo. Como siempre he sido distraído, ellos creen que se trata de eso. A menudo apenas puedo escuchar alguien que habla suavemente, los tonos si, pero no las palabras. De todos modos si alguien grita me resulta intolerable…”
Más tarde, cuando ya no le fue posible ocultar su sordera a mediados de su época gloriosa, la aceptó abiertamente. Inclusive  escribiéndolo al margen del manuscrito de sus Cuartetos Razoumovsky y utilizando diversos modelos de audífonos.

Los primeros audífonos que utilizá Beethoven

Los primeros audífonos que utilizó Beethoven.

La sordera y los síntomas digestivos de su enfermedad seguramente influyeron en su carácter.  Al respecto, Goethe escribió “Su talento me ha impresionado; desgraciadamente se trata de una personalidad arisca y hostil, que, aunque no se equivoca al decir que el mundo es detestable, no se esfuerza en lo más mínimo por hacerlo más habitable o llevadero, ya sea para sí o para los demás actitud que es, por otra parte, muy comprensible e incluso digna de compasión, ya que ha perdido casi por completo el sentido del oído y esto, seguramente, le lacera aún más en su naturaleza musical que en la social. Su carácter es lacónico y presumo que con el tiempo será aún más escéptico a causa de sus problemas físicos” (1, 2,3).

Además de su problema de audición, Beethoven se quejaba amargamente de sus molestias intestinales:

“La causa de esto debe ser la condición de mis tripas que, como sabes, ha sido siempre terrible y ha estado poniéndose peor, ya que siempre estoy aquejado de diarrea, lo que me causa una increíble debilidad. Frank (el Dr. Frank) quería tonificar mi cuerpo con medicinas de tónico, y restaurar mi oído con aceite de almendras, pero--- no pasó nada, mi oído se puso peor y peor, y mis entrañas permanecieron en el estado en que se encontraban. Esto duró hasta el otoño del año pasado y a menudo me sentí desesperado.

Entonces apareció un médico asno, que me recetó tomar baños fríos para mi salud. Otro médico más sensato me receto el usual baño tibio del Danubio. Esto funciono maravillosamente, mis tripas mejoraron, pero mi sordera se quedo igual inclusive peor.

Este último invierno me sentí realmente miserable, tuve ataques terribles de cólicos y volví a mi condición anterior. Así permanecí hasta hace 4 semanas atrás, cuando fui a ver a Vering, pensando que mi condición demandaba un cirujano, y por otra parte tenia gran confianza en l.

Tuvo éxito casi completamente en parar la terrible diarrea. Me prescribió baño tibio de Danubio, dentro del cual debía echar cada vez una pequeña botella de líquido fortalecedor. No me dio ninguna otra medicina hasta hace cuatro días, entonces me prescribió píldoras para mi estomago y una clase de hierbas para mi oído. Desde entonces puedo decir que me siento mejor y más fuerte, excepto por mis oídos que zumban constantemente, día y noche.”
(Extractos de la carta al Dr. Franz Gerhard Wegeler)

Para 1818, la dificultad auditiva fue tan importante, que requirió de usar sus famosos “Cuadernos de Conversación” por medio de los cuales sus visitantes se comunicaban con él escribiendo en ellos.

En sus últimos tiempos, Beethoven presento edemas,  primero en los pies que paulatinamente llegó a la anasarca y al crecimiento abdominal por ascitis;  así llegó a Viena a ser atendido por el Dr. Andreas Wawruch; mas adelante ya presentaba ictericia. Desde 1820 hasta su muerte,  la sordera de Beethoven  fue total y casualmente fue la mejor época de composiciones…y ¡en ninguna  de ellas se advierte la influencia de su padecimiento!.

La tarde del 26 de marzo de1827se desencadenó una gran tormenta, con gran ruido por rayos y truenos y el moribundo, según testimonia Hüttenbrenner: “…abrió los ojos y levantó el brazo derecho con el puño cerrado al tiempo mismo de  un vivo relámpago, para dejarlo caer a continuación, ya muerto”.

Cien años mas tarde, en una conferencia en  la Academia Francesa de ciencias el  Dr. Marage, proponía  que la sordera de Beethoven , era debida a una laberintitis. Y comentaba  que los zumbidos comenzaron alrededor de 1796,  que la sordera apareció en 1798, que para 1801 el compositor  había perdido el 60% de su capacidad auditiva y que para 1816 quedó totalmente sordo. Así definió el problema:  “…Cuando la sordera comienza con los sonidos altos y sobre todo cuando es precedida por sonidos zumbantes, sibilantes y una exagerada sensibilidad a la vos gritando, esto es causado por una lesión interna, lo que es decir que hay un problema con el laberinto del oído y los centros cerebrales, de los cuales salen las ramas de nervio acústico…”

Los  profesores Porot y   Miermont afirman sobre  la sordera de Beethoven en su publicacion de 1986 "Beethoven et les Malentendus":  “…nunca sabremos realmente el estado de su osciles pero según lo escrito por Beethoven, las fechas y los síntomas que describe, se pueden hacer las siguientes observaciones: Se trata del comienzo de la sordera en un hombre joven, sin previa inflamación del oído, sin problemas de audición heredados en la familia, una progresiva pérdida de audición más allá de los distintos tratamientos a los que se sometió...” Y proponen como diagnóstico:  “…o bien neuro labyrinthitis, u  otospongiose…” y en relación a la causa: “…la gran causa de sordera en la época :la  sífilis”.

De esta manera se comentó la posibilidad de que  Beethoven hubiera contraído la sífilis y que ella sea causa de la lesión secundaria del nervio auditivo, sumada a toxicidad por los tratamientos con arsénico y bismuto y a la otoesclerosis.

Así pues, la sordera de Ludwig van Beethoven fue atribuida a distintas enfermedades: a una neuritis acústica debido a la fiebre tifoidea, a la sífilis, a la hepatitis, a una colitis, al reumatismo, a abscesos, a una criopatia y a la osificación del tejido cartilaginoso que conduce al oído interno; también se ha mencionado la sarcoidosis (1).

COMENTARIO
Nunca se ha probado que Beethoven haya tenido sífilis y no hay elementos en su biografía que indique que la padeció. Inclusive algunos análisis que se han realizado sobre su cabello, determinan que no recibió los químicos que entonces se utilizaban  para el tratamiento de la enfermedad.

También se mencionó el diagnóstico de enfermedad de Paget cuya complicación neurológica más frecuente se relaciona con la afectación del hueso temporal a nivel intrapetroso, produciendo sordera, de conducción (por afectación de la cadena de huesecillos), neurosensorial (por compresión del nervio auditivo), o  mixta.  (4)

La determinación exacta del tipo de sordera que presentó Beethoven sólo hubiera sido posible con un examen histopatológico del hueso temporal, mismo que no pudo llevarse a cabo por desaparición de los huesos temporales. En octubre de 1863, a petición de la dirección de Los Amigos de la Música de Viena, sus restos fueron examinados observando que faltaban ambos huesos temporales, esto confirmó que el doctor John Wagner quien, al practicar la autopsia, separó esa parte del cráneo. La información que ofrece dicha autopsia es insuficiente para determinar un diagnóstico etiológico.  Dice así:

“El conducto auditivo externo, sobre todo al nivel del tímpano, estaba engrosado y recubierto de escamas brillantes. La Trompa de Eustaquio estaba muy engrosada, presentando una mucosa edematosa y un poco retraída al nivel de la porción ósea. Adelante de su orificio, en la dirección de las amígdalas, se nota la presencia de pequeñas depresiones cicatrizoides.

Las células visibles de la apófisis mastoidea, se presentaban recubiertas de mucosa fuertemente vascularizada, y la totalidad del yunque aparecía surcada por una marcada red sanguínea sobre todo el nivel del caracol cuya lámina espiral se apreciaba levemente enrojecida. Los nervios de la cara eran de espesor considerable. Los nervios auditivos, al contrario, adelgazados y desprovistos de la sustancia medular. Los vasos que los acompañan, esclerosados.

El nervio auditivo izquierdo mucho más delgado, salía por tres ramas grisáceas muy finas, mientras que el derecho estaba formado apenas por un cordón más fuerte y de un blanco brillante”.

En esta autopsia,  realizada el patólogo Johannes Wagner y Andreas Wawruch, (médico que atendió en los últimos días a Beethoven) se  describe:  “…el hígado disminuido de tamaño, quizás la mitad de un hígado sano, estaba endurecido, cubierto de nódulos; el bazo era negro y duro, más grande de lo normal, y el páncreas también desmesuradamente grande. En ambos riñones había cálculos, las arterias auditivas se hallaban dilatadas, duras y frágiles. El cráneo era compacto, el cerebro lleno de líquido con circunvoluciones cerebrales profundas y anchas…” (1).

En 1987, el periódico español: El País publicó la siguiente nota:
 
Descubren la causa de la sordera de Beethoven
EFE, - Viena - 22/03/1987
“Los médicos vieneses Hans Bankl y Hans Jesserer, ambos profesores de la universidad de Viena, descubrieron que la sordera del compositor Ludwig van Beethoven se debió a una otosclerosis de oído interno y no a la enfermedad de Paget…

…..En este caso, los huesos examinados deberían haber presentado deformaciones, y éste no es el caso, aseguran los expertos, escribió ayer el diario vienés Kronen Zeitung.

El diagnóstico tardío fue posible gracias al hallazgo de tres huesos del cráneo del célebre músico, que el médico vienés Franz Romeo Selgimann decidió guardar en su poder el 13 de octubre de 1863, durante el traslado del cadáver a otro cementerio de Viena.

Estas reliquias pasaron de generación en generación hasta que Thomas Desmines, un sobrino de tercer grado de Seligmann, que vivía en el sur de Francia, decidió viajar a Viena para cerciorarse de la autenticidad de los restos anatómicos de Beethoven.
Desmines acudió al prestigioso instituto de historia de la medicina para confirmar el origen de los tres huesos, ….

…..Por pura coincidencia, los doctores Bankl y Jesserer se enteraron de los pasos de Desmines, le localizaron en Francia y recibieron las reliquias para hacer el espectacular diagnóstico, 160 años después de la muerte del compositor alemán.”

Se tuvo que llegar al siglo XXI para que se conocieran  circunstancias que aclararan el diagnóstico de Beethoven: Por medio del uso  del espectrómetro de rayos X se determinó la existencia de trazas de plomo en el cabello de Beethoven. También fue examinada una muestra de control de un fragmento de hueso del mismo período histórico. “La investigación dio por resultado que había grandes cantidades de plomo en el hueso parietal de Beethoven, comparado con el de control”. Resumen de William Walsh, científico principal del Centro de Tratamiento Pfeiffer en Warrenville, Illinois, y director del Proyecto de Investigación sobre Beethoven” (5).

Este estudio  mostró que el cabello de Beethoven contenía 42 veces más plomo que las muestras de control. Así pues,  Walsh, definió que Ludwig van Beethoven estuvo envenenado  con una alta concentración  de plomo, que fue acumulándose desde muchos años atrás. También se encontraron altas  concentraciones en un hueso del cráneo (1, 5).
La intoxicación crónica por plomo era endémica en aquellos tiempos porque los utensilios de cocina, las vajillas, las tuberías y muchas otras cosas contenían plomo. Inclusive al vino se le agregaba plomo para mejorar su sabor, pero se sabía que el consumo de vino con plomo provocaba ”cólicos”.

 Al ser demostrada la intoxicación crónica por plomo de Beethoven, quedan sin sostén todas las especulaciones diagnósticas que los distintos biógrafos le han señalado a las enfermedades  del compositor. Es evidente que debido la alta ingestión de vino contaminado fue seguramente causa principal de la patología del genio.
 
 Conclusión
 Se puede afirmar que Beethoven padeció cirrosis hepática cuyo origen fuera probablemente  de origen alcohólico. En los últimos días sufrió neumonía e insuficiencia cardiaca. En la autopsia se encontraron  várices esofágicas y el bazo aumentado de tamaño, datos sugerentes de  hipertensión portal. No hay información sobre hematemesis por lo que al parecer, las varices no sangraron. La sordera pudo ser resultado de una neuropatía del nervio auditivo causada por el saturnismo. Sin embargo, aún se sigue discutiendo esta afirmación.

 (Existen multitud de publicaciones el respecto en Google.  El tema revisado desde el punto de vista del especialista en ORL se puede ver en:  Dr. Jorge García Gómez: “Genio y Drama, la sordera de Beethoven”  e n: LA SORDERA DE BEETHOVEN - RNS: Música Académica (Google)

  1. Referencias
     
    1. Martin R. El Cabello de Beethoven.Ediciones B,S.A.,2000 Bailen, 84-08009 Barcelona.
    2. Pérez Arteaga J.L. Los Grandes Compositores. Enciclopedia Salvat. Salvat Ediciones.25,31000. Pamplona (Pág 2-92).
    3. Rodríguez M.Berta. Beethoven. Edimat Libros, S.A. 28500. Arganda del Rey, Madrid. España.
    4. Walsh JP. Paget´s disease of bone. Med J Aus. 2004 Sep 6;181(5):262-5.
    5. Kaufman P. www.soloCiencia.com. 2007
    6. Solomon M. Beethoven. Javier Vergara Editor SA. Buenos Aires,1983.
    7. Tovey DF. Beethoven. Oxford University Press. Oxford, 1965.
    8. Mai FMM. Beethoven’s terminal illness and death. J R Coll Phys. Edinburgh 2006; 36:258-63.