Giardiasis
Paciente masculino de 28 años de edad que refiere, malestar gastrointestinal desde hace 2 semanas, no ha acudido con facultativo. El paciente refiere diarrea, malestar general, flatulencia, heces fétidas, cólico abdominales, nausea y vómito, agregándose desde hace 4 días anorexia. El paciente ha notado disminución ponderal de 2 kilogramos. Niega evacuaciones con sangre, pus o moco.
A la exploración física el paciente se encuentra tranquilo, orientado, hidratado, ubicado en las tres esferas, cardiopulmonar sin alteraciones aparentes, a la exploración abdominal se encuentra abdomen depresible, ligeramente doloroso, no localiza el dolor, no presenta visceromegalias, con aumento de la peristalsis, timpánico a la percusión.
Resto de la exploración física sin ningún dato patológico aparente ni agregado.
Datos complementarios
Se presenta resultados de laboratorio que indican Hemoglobina de 15gr/dl, Hematocrito de 35%, leucocitos totales de 8200 / mm3, el resultado de la diferencial no refiere ninguna alteración.
Presenta una radiografía simple de abdomen sin ninguna alteración. Se solicita coproparasitoscópico y coprocultivo.
El virtud del cuadro que presenta el paciente se sospecha una infección por protozoario, que se sustenta en que el inicio de la enfermedad es insidioso, vago y el paciente no presenta datos clínicos de una reacción inflamatoria aguda. En el caso de las bacterias, su inicio es agudo, el paciente presenta mal estado general y en pocas ocasiones el paciente acude al médico de manera tardía, como sucede con este paciente, que acudió a consulta dos semanas posteriores al inicio del cuadro clínico. No se sospecha de infección viral, debido a que los pacientes adultos inmunocompetentes no presentan de manera frecuente este tipo de infecciones ya que son de predominio en la infancia, y la diarrea tiende a autolimitarse.
Aun cuando el padecimiento ha venido cursando por dos semanas, el diagnóstico diferencial debe incluir otros trastornos no solo infecciosos, como enteropatías inflamatorias y malabsorción intestinal.
Tres días despúes, el laboratorio informa de un coprocultivo con resultado de crecimiento de Escherichia coli y un estudio parasitoscópico donde se descubre Giardia lamblia.
Tratamiento
Es tratado con metronidazol y antiespasmódicos con lo que el paciente pronto resiente mejoría.
COMENTARIO DEL EXPERTO
Dr. Raul Romero Cabello
Depto. De Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM
Es necesario para comprobar la erradicación del protozoario, un nuevo coproparasitoscópico una vez terminado el tratamiento, de no ser erradicado, se debe iniciar con otro medicamento y tener un control con coproparasitoscópicos del paciente hasta negativizarlos.
La Giardia lamblia es un protozoario que infecta de manera frecuente a niños preferentemente y adultos con malos hábitos de higiene, la infección se lleva por vía fecal-oral, transmitiéndose el quiste que es el estadio infeccioso, este protozoario al llegar al estómago y gracias a las secreciones ácidas se empieza a desenquistar, tendiendo a colonizar duodeno. El inicio de esta parasitosis es insidioso, con diarrea, flatulencia, fetidez, sin la presencia de moco o sangre, cólicos abdominales, sin predominio, vómito y anorexia. La complicación de esta infección es el aumento de un estado de desnutrición, principalmente en niños, y la interferencia en la absorción de medicamentos tomados por vía oral
La instalación de los trofozoítos en la pared intestinal, con la consecuente competencia de nutrientes entre el huésped y parásito, obstrucción, irrigación, inflamación y en ocasiones cambios degenerativos de las vellosidades dan origen a mala absorción de grasas, xilosa y vitaminas a, B12 y Ácido Fólico. Sin embargo estos cambios no se ven en todos los pacientes, pues aquellos asintomáticos se conoce protección inmunogénica por IgA secretora: IgG e IgM , los cual evita el daño mencionado en la pared intestinal y la aparición de la sintomatología.
Al tener sospecha de infección por G. Lamblia se debe realizar un coproparasitoscópico para poder aislar protozoarios si se trata de heces liquidas o quistes en el caso de presentar heces formadas. Se puede realizar un aspirado de líquido de intestino delgado o del material obtenido para analizarlo, también conocido como prueba de la cápsula de Beal.
La identificación de antígenos por inmunoensayos enzimáticos aumenta la sensibilidad para detectar quistes y trofozoítos.
El uso del metronidazol y otros imidazoles continua siendo el tratamiento de elección para la erradicación de este protozoario.
Bibliografía:
1.- Wilfrido Bustos Aldana, José en: Martin-Abreu, L.:Compendio de Medicina General. Tomo 1, Cap. 5
2.- Romero Cabello. Raul. Microbiología y Parasitología Humana. Editorial Panamericana, Segunda Edición.