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Capítulo 2: Somatometría

Luis Alberto Vargas y Leticia E. Casillas

Actualzado por Elia María Perera Becerra

(Continúa)

EL PESO

Tanto en niños como en adultos la información proporcionada por el peso y la estatura es sumamente valiosa para evaluar el estado actual, los riesgos para la salud y la evolución del paciente. Aunque son los datos somatométricos más utilizados en las ciencias de la salud, es raro que sean registrados de manera adecuada, por lo que repetiremos aquí las instrucciones para hacerlo.*
Para la toma del peso recomendamos emplear una báscula clínica tipo romana. No se recomiendan las básculas de resortes o las llamadas “de baño”, cuyo mecanismo es poco preciso, por llegar a oxidarse. Las básculas llamadas digitales o electrónicas cada vez son de mejor calidad, pero recomendamos compararlas con una báscula clínica antes de adoptarlas para su uso constante. Este último tipo de báscula tiene la Ventaja de proporcionar lectura directa de cifras, pero requiere de baterías o estar enchufada a la corriente.
Para registrar el peso de manera confiable se recomiendan los siguientes preparativos:

a) Efectuar el registro por la mañana o al menos a una misma hora, sobre todo si se planean comparaciones longitudinales, como ocurre en personas sujetas a tratamiento para el control del peso.
b) Es deseable que la persona sea pesada antes de ingerir alimentos y después de haber orinado y defecado. De esta manera se asegura un peso “basal” y con la menor variabilidad diaria posible.
c) Hacer el registro del peso con la persona descalza y con la menor cantidad de ropa posible.
d) Cuando se pesan mujeres jóvenes o adultas como parte de un estudio longitudinal, debe tomarse en cuenta la variación que implica la retención de líquidos durante la etapa premenstrual.
e) En Pacientes con esqueleto grácil y escasa musculatura, realmente obesos, como personas con esqueleto robusto y musculatura desarrollada quienes no exceden los límites recomendables de la cantidad de grasa corporal. Para ellos la cuantificación de la grasa corporal por medio de la medición de los panículos adiposos o de otras técnicas es particularmente recomendable.

Para registrar el peso, la persona debe estar de pie, con la columna vertebral extendida, los talones juntos y los brazos colgantes, paralelos al eje vertical del cuerpo. El peso se registra separando con un punto kilogramos y fracciones, que en la mayor parte de las básculas se limitan a hecto o decagramos, por ejemplo, como 102.1 kg o 72.25 kg, dependiendo si la báscula registra deca o hectogramos.

EL CÁLCULO DEL PESO CORPORAL RECOMENDABLE

La Fundación Mexicana para la Salud ha publicado los resultados del trabajo del Grupo Nacional de Consenso de Obesidad. Ahí aparecen el concepto, la definición y el diagnóstico de dicho problema de salud. El índice de la masa corporal es el resultado práctico recomendado por dicho grupo y otros autores para relacionar la estatura del paciente con su peso corporal y así cuantificar la magnitud de su déficit o exceso de peso. Se calcula al dividir el peso del paciente expresado en kilogramos sobre su estatura en centímetros, elevado al cuadrado. Esta es una operación fácil de realizar, sobre todo con el auxilio de una sencilla calculadora. Para facilitar su determinación también existen monogramas, donde al coincidir los datos de las columnas de peso y estatura se localiza el índice de la masa corporal en una tercera columna.

Dicho índice solamente relaciona el peso con la estatura y no engloba ninguna medición directa o indirecta de la grasa corporal. Por lo tanto, solamente es una aproximación al diagnóstico de sobrepeso, pero no directamente al de obesidad, aunque, desde luego, en tanto mayor sea el sobrepeso de una persona, mayores son sus posibilidades de padecer obesidad y su diagnóstico diferencial con otras causas se obtendrá mediante la historia clínica y la exploración física.

El índice de la masa corporal tiene algunas propiedades y limitaciones por tomarse en cuenta:

1. Se aplica e interpreta de igual manera en hombres y mujeres con edades entre los 18 y los 65 años. Ello se debe a las diferencias en la composición corporal de los dos sexos: las mujeres tienen mayor cantidad de grasa y los hombres de músculo, pero en condiciones de salud, el peso de los dos tejidos son equivalentes entre los sexos, de manera que se compensan y el índice se interpreta de igual manera entre hombres y mujeres.

2. Se ha evaluado mediante estudios en varias poblaciones humanas y se han propuesto sus valores diagnósticos para jóvenes y adultos con una confiabilidad aceptable a pesar de las limitaciones que señalaremos más adelante. La interpretación de sus valores diagnósticos aceptada por la Organización Mundial de la Salud aparece en el cuadro 2.1.

3. En pacientes crónicos, anoréxicos, con otras formas de desnutrición o restricción de la ingesta de energía, se ha determinado que son incompatibles con la vida los valores del índice menores de 11 en mujeres y 13 en hombres.

4. La principal limitación del índice es que no se trata de una medida directa o indirecta de la cantidad de grasa corporal, elemento fundamental de la obesidad, definida como una entidad patológica crónica y recidivante consistente en una proporción excesiva de grasa corporal, que se relaciona con importantes riesgos para la salud. Existen otras técnicas para evaluar directamente la cantidad de grasa corporal, por ejemplo, el uso de pinzas para medir los panículos adiposos, la densito- metría que se obtiene mediante el pesado bajo del agua, o por doble emisión de rayos X.

5. Los pacientes por abajo del límite del peso inferior recomendable también requieren de estudios más completos. Su bajo peso puede ser natural, debido a esqueletos gráciles y a la escasa acumulación de grasa, pero también puede tratarse de personas emaciadas o con franca desnutrición primaria o secundaria.

7. Finalmente, las personas que se encuentran dentro de los límites inferior o superior del peso recomendable suelen tener cantidades normales de grasa corporal. 

 Clasificación del índice de la masa corporal en jóvenes y adultos de acuerdo con la OMS 
Clasificación Límites
Delgadez Por abajo del 18.5
Normalizada Entre 18.50 y 24.99
Sobrepeso grado 1 Entre 30 y 39.99
Sobrepeso grado 2 Por arriba de 40
   
 CUADRO 2.1  

 

8. Una segunda limitación del índice es la falta de criterios epidemiológicos sólidos para interpretar su significado en la infancia, la adolescencia y a partir de los 65 años. La OMS ha publicado los puntos de corte tentativos.

9. Su tercera limitación estriba en la diversidad de los componentes del cuerpo que intervienen para determinar el peso corporal. Entre ellos se encuentra la robustez del esqueleto, el desarrollo de la musculatura, la dimensión de las vísceras, la retención de líquidos y otros elementos de posible diagnóstico médico, como la existencia de grandes quistes ováricos, ascitis y otras enfermedades. Actualmente se estudia la manera de afinar la precisión del índice de la masa corporal, tomando en cuenta los indicadores de la robustez del esqueleto o el desarrollo de la musculatura.

10. Finalmente, debe quedar claro que existen otros estudios complementarios para establecer el diagnóstico de obesidad, incluyendo la cuantificación de la distribución del tejido adiposo en el cuerpo y una adecuada historia clínica.

Tomando en cuenta lo anterior, el análisis del índice de la masa corporal sigue teniendo utilidad para cuantificar el sobrepeso de los pacientes, pero además para aproximarse a su peso recomendable. Para ello debemos tomar en cuenta los resultados de los estudios sobre el riesgo para la salud que implica cada rubro de su clasificación. Lo más recomendable es tratar de llevar al paciente a los límites de la normalidad. Para ello ofrecemos el cuadro 2.2, elaborado por nosotros, donde se presentan los límites de peso, por abajo del que existe delgadez, los límites recomendables de normalidad, los de los sobrepesos grado 1 y 2. A las dos últimas columnas les hemos llamado con alta y muy alta mortalidad, para enfatizar los riesgos para la salud que implican dichos niveles de sobrepeso.

El margen de pesos entre 24.9 y 30 o de sobrepeso grado 1, implica un diagnóstico médico complementario. Ahí se pueden encontrar tanto pacientes con esqueleto grácil y escasa musculatura, realmente obesos, como personas con esqueleto robusto y musculatura desarrollada quienes no exceden los límites recomendables de la cantidad de grasa corporal. Para ellos la cuantificación de la grasa corporal por medio de la medición de los panículos adiposos o de otras técnicas es particularmente recomendable.

Los pacientes por abajo del límite del peso inferior recomendable también requieren de estudios más completos. Su bajo peso puede ser natural, debido a esqueletos gráciles y a la escasa acumulación de grasa, pero también puede tratarse de personas emaciadas o con franca desnutrición primaria o secundaria.

Finalmente, las personas que se encuentran dentro de los límites inferior o superior del peso recomendable suelen tener cantidades normales de grasa corporal.

Peso para diferentes estaturas, de acuerdo con el índice de la masa corporal

Talla en cm

Límite inferior del peso recomendado en kg IMC=18.1

Límite superior del peso recomendado en kg IMC=24.9

Peso en kg a partir del que existe alta mortalidad IMC=30

Peso en kg a partir del que existe alta mortalidad IMC=40

140

36.250

48.750

58.750

78.500

141

36.750

49.500

59.500

79.500

142

37.250

50.250

60.500

80.500

143

37.750

51.000

61.250

81.750

144

38.250

51.500

62.250

83.000

145

38.750

52.250

63.000

84.000

146

39.250

53.000

64.000

85.250

147

40.000

53.350

64.750

86.500

148

40.500

54.500

65.750

87.500

149

41.000

55.250

66.500

88.750

150

41.500

56.000

67.500

90.000

151

42.000

56.750

68.500

91.250

152

42.750

57.500

69.250

92.500

153

43.250

58.250

70.250

93.750

154

43.750

59.000

71.000

95.000

155

44.500

59.750

72.000

96.000

156

45.000

60.500

73.000

97.250

157

45.500

61.250

74.000

98.500

158

46.000

62.000

75.000

100.000

159

46.750

63.000

76.000

101.000

160

47.250

63.750

76.500

102.500

161

48.000

64.500

77.750

103.500

162

48.500

65 250

78.750

105.000

163

49.000

66.000

79.750

106.250

164

49.750

67.000

80.500

107.500

165

50.250

67.750

81.750

109.000

166

51.000

68.500

82.500

110.250

167

51.500

69.500

83.500

111.500

168

52.250

70.250

84.500

112.750

169

52.750

71.000

85.750

114.250

170

53.500

72.000

86.750

115.500

171

54.000

72.750

87.750

117.000

172

54.750

73.750

88.750

118.250

173

55.250

74.500

89.750

119.750

174

56.000

75.500

90.750

121.000

175

56.500

76.250

92.000

122.500

176

57.250

77.000

93.000

124.000

177

58.000

78.000

94.000

125.250

178

58.500

79.000

95.000

126.750

179

59.250

79.750

96.000

128.000

180

60.000

80.500

97.250

129.500

181

60.500

81.500

98.250

131.000

182

61.250

82.500

,99.250

132.500

183

62.000

83.250

100.500

134.000

184

62.500

84.250

101.500

135.500

185

63.250

85.250

102.500

137.000

 

Para recomendar el peso por alcanzar por su paciente quien pase de un índice de la masa corporal de 30, sugiera como meta el peso más alto de la categoría inmediatamente inferior. Como ejemplo: en una persona con talla de 165 cm y peso de 120 kg, primero fije como meta los 109 kg del índice de 40, luego los 81.750 kg del índice de 30, para finalmente procurar guiar su alimentación y actividad física hasta alcanzar un índice entre 25 y 30, es decir, entre 50.250 y 67.750 kg.

Este sencillo recurso técnico complementario seguramente le ayudará a guiar de mejor manera a sus pacientes con problemas percibidos o reales de bajo o alto peso corporal.

INTERPRETACION del IMC en ADULTOS

IMC

Interpretación

 

Mayor 40

Obesidad III

30 – 39.99

Obesidad II

27.1 – 29.9

Obesidad I

25 – 27.0

Sobrepeso

Mayor 18.5 menor 24.99

Normalidad

18.49 – 17

Desnutrición I

16.99 – 16

Desnutrición II

Menor 16

Desnutrición III

Bray, G.A. et al. Evaluation of the Obese Patient, J. Am. Med. Assoc, 25: 1487, 1996. Referido por Manual de Dietas Normales y Terapéuticas Los Alimentos en la Salud y la Enfermedad.

Para interpretar el Indice de Masa Corporal, la Norma para el Manejo Integral de la Obesidad NOM 174 SSA1 1998 utiliza como punto de corte para el diagnóstico en la población mexicana el puntaje mayor a 27 en individuos con estatura media y mayor a 25 para quienes tienen estatura baja: hombres estatura menor a 155 m. y en mujeres menor a 1.45 m.

La ESTATURA

En cuanto a la estatura, la primera recomendación para su registro es evitar el empleo de la barra con la que vienen equipadas las básculas clínicas. Esta barra no es precisa: a mayor peso del paciente más se deprime la plataforma de apoyo y la estatu-ra se registra cogito menor. Además, rara vez el ángulo entre la barra y la superficie de apoyo sobre la cabeza se mantiene a 90°. Es preferible construir un aparato para ser fijado en la pared, perpendicular al suelo. Este consiste básicamente de una tabla a la que se pega una cinta métrica metálica, además debe contar con otra pieza de madera con un ángulo de 90° para apoyarla sobre la tabla y deslizaría hasta encontrar el plano más alto de la cabeza del sujeto. En cualquier caso, el cero de la cinta métrica debe coincidir con la superficie en que se apoyarán los pies. Este aparato, estadímetro, aparece ilustrado en el artículo mencionado antes y en otra obra nuestra.*

Registre la estatura de la siguiente manera:

a) Quitar diademas, moños, peinados altos u otros elementos que impidan registrar la estatura en la parte más alta de la cabeza.
b) Apoyar la espalda contra la tabla que tiene la cinta métrica.
c) La postura que debe guardar la persona es la de “firmes”, sin estirar ¡a columna vertebral, ni subir los hombros.
d) La cabeza debe orientarse de acuerdo con el llamado plano de Frankfort. Para ello ubique el punto medio del trago de una de las orejas y el punto más bajo de los huesos de la órbita del lado correspondiente. El plano que forma la unión de los dos tragos y los dos puntos orbitarios debe ser paralelo al piso.
e) Una vez que el sujeto está en la postura recomendada, se toma el cursor y se apoya su tabla vertical sobre la superficie donde está pegada la cinta métrica y se desliza hacia abajo hasta que se apoye en la parte más alta de la cabeza del sujeto.

Se hace la lectura, sin que el sujeto se retire, y se registra como la estatura. El número que resulta son centímetros y milímetros, separados por un punto. Por lo tanto, una estatura de 156.2 sería de 156 centímetros con 2 milímetros.

Al estudiar niños y personas incapacitadas para ponerse de pie, se utilizan equipos especiales que registran la talla acostados y se pesan en la cama. Para recién nacidos y lactantes, en el comercio se encuentran aparatos llamados infantómetros y básculas especiales.

La INTERPRETACIÓN DEL PESO Y LA ESTATURA

Para interpretar de manera adecuada el peso y la estatura en los niños, se emplean patrones de referencia, es decir, tablas donde aparecen los valores estadísticamente normales procedentes del estudio de grandes poblaciones, supuestamente representativas de un grupo o de toda la humanidad. La Secretaría de Salud ha adoptado los propuestos por la Organización Mundial de la Salud (OMS: Medición del Cambio del Estado Nutricional, Ginebra, Organización Mundial de la Salud, 1983).

Para los adultos recomendamos el empleo del llamado índice de la masa corporal, que se mencionó con anterioridad y que se emplea por igual para hombres y mujeres; sus valores de normalidad y de riesgo también han sido adoptados por la Organización Mundial de la Salud.

LA DISTRIBUCIÓN DE LA GRASA CORPORAL

Dentro de los factores de riesgo para la salud, la distribución de la grasa guarda una situación primordial. La literatura médica ha destacado los peligros de contar con mayor proporción de grasa en la parte superior del cuerpo y tener la silueta llamada androide o semejante a una manzana; en contraste con la mayor proporción de grasa en la parte inferior del cuerpo y la silueta ginecoide o semejante a una pera. Los riesgos para la distribución androide son: mayor resistencia a la insulina, hiperin- sulinemia, intolerancia a la glucosa, diabetes mellitus tipo 2, hiperlipidemia, ateroesclerosis, isquemia o infarto del miocardio, hipertensión arterial, gota, trastornos menstruales, hirsutísmo, cáncer de la mama y del endometrio y, sobre todo, a una mortalidad prematura. No se han identificado riesgos con la distribución ginecoide.

Se ha documentado incluso, que el perímetro de cintura aumentado, en mujeres igual o mayor de 88 cm, en hombres igual o mayor de 102 cm puede indicar un riesgo mayor a enfermarse aun cuando presentan un peso normal.
Para distinguir entre los dos tipos de distribución de la grasa corporal se recomienda el índice cintura-cadera. Para ello se requiere contar con información sobre la circunferencia o perímetro de la cintura y el equivalente de la cadera. Para ello simplemente se requiere medirlos con una cinta métrica y hacer el sencillo cálculo de multiplicar por 100 el perímetro de cintura en centímetros y dividirlo entre el perímetro de la cadera.

Para registrar esta circunferencia se recomienda emplear una cinta métrica de metal o de fibra de vidrio, pero no de tela, hule o papel, por ser propensas al estiramiento o romperse con facilidad. La circunferencia de la cintura es sencilla de medir en personas delgadas, cuando se identifica el estrechamiento del abdomen conocido como cintura, es decir, identificando la parte más baja de las costillas, las crestas iliacas a nivel de la línea axilar media, se realiza la medición entre estos dos puntos. Sin embargo, en personas con sobrepeso, hernias u otras particularidades morfológicas, se debe medir ligeramente por arriba del ombligo. La de la cadera se mide en el lugar donde se encuentre el mayor perímetro sobre la región glútea. Las dos circunferencias se miden con el paciente de pie, con los pies juntos y el abdomen relajado, los brazos a los lados y el peso repartido de forma equitativa entre pies; la cinta se coloca paralela al suelo, sin comprimir la piel. Es recomendable realizar estas dos mediciones, cuando el sujeto se encuentra en ayuno

Los valores normales encontrados en México son de entre 0.71 y 0.84 para mujeres y entre 0.78 y 0.93 para hombres. Entre mayor sea el índice, la silueta es más androide e implica predominio de la grasa en la parte superior del cuerpo. Por el con-trario, valores menores apuntan hacia la distribución de grasa en la parte inferior del cuerpo o ginecoide.

ALGUNOS ESTUDIOS ADICIONALES

Desde luego el peso, la estatura y las circunferencias del abdomen y la cadera proporcionan información muy limitada sobre el estado de nutrición de los pacientes. En nuestros tiempos el mercado ofrece nuevos equipos para calcular con facilidad y rapidez, la proporción de grasa corporal. Entre ellos se encuentran equipos de bioimpedancia, medidores del grosor del panículo adiposo por distintos medios y los equipos de absorciometría por doble emisión de rayos X.

Todas estas técnicas deben adoptarse con cuidado, ya que sus valores para el cálculo de la cantidad de grasa corporal rara vez se encuentran elaborados con datos de la población mexicana. La absorciometría suele hacerse en gabinetes y con equipos complejos y brinda datos confiables. Si usted emplea los datos obtenidos por bioimpe-dancia o cuantificación de la grasa subcutánea, identifique si el equipo cuenta con valores acordes con las características de la persona estudiada. Recuerde también que la cantidad de grasa corporal subcutánea en un solo lugar del cuerpo no necesaria-mente es buen indicador de lo que ocurre en la totalidad del organismo.

Por lo anterior, otra técnica alterna es la medición de la grasa subcutánea con unas pinzas hechas para este propósito, conocidas como plícometros. Al medir con ellas varios panículos adiposos, tricipital, bicipital, subescapular y suprailiaco, se obtienen aproximaciones confiables de la proporción de grasa corporal.
Cuando se utiliza la bioimpedancia como instrumento para medir el peso corporal, la siguiente tabla puede ser de gran utilidad para interpretar el porcentaje normal de grasa en el cuerpo:

 

0 - 30

31 - 40

41 - 50

51 - 60

61 - 100

Hombres

12 – 18 %

13 – 19%

14 – 20%

16 – 20%

17 – 21%

Mujeres

20 – 26%

21 – 27%

22 – 28%

22 – 30%

22 – 31%

Fuente: Rangos desarrollados por Víctor Katch en la Universidad d Michigan. Depto. Fisiología DE BIA. Software Users Manual. RJL Systems. Referido por Manual de Dietas Normales y Terapéuticas Los Alimentos en la Salud y la Enfermedad.

LA circunferencia de la cabeza

La importancia de medir la circunferencia de la cabeza en niños pequeños radica en evaluar su desarrollo neuronal. La técnica es muy sencilla. Se emplea una cinta métrica como la descrita arriba. La medición se realiza estando el sujeto en decúbito dorsal. Antes de proceder se debe tener cuidado de que no existan peinados o adornos que entorpezcan la evaluación. Primero identifique la saliente que se encuentra sobre el frontal, entre las dos cejas. Apoye con un dedo una parte de la cinta en este sitio. Con la otra mano mueva la cinta hasta rodear la cabeza. Ahora ubique la circunferencia máxima, que habitualmente pasa por la protuberancia occipital externa, manteniendo la cinta lo suficientemente tensa como para comprimir el cabello sobre el cráneo. El resultado se anota en centímetros y fracciones.

En los niños pequeños, comparar la circunferencia o perímetro de la cabeza con los patrones de referencia ayuda a la detección oportuna de cierre prematuro de las suturas craneales o de la hidrocefalia.

La temperatura corporal

La temperatura corporal es de valor para conocer la evolución y el resultado del tratamiento en gran número de padecimientos, siendo en ocasiones el único signo de enfermedad. Para registrarla se cuenta con dos tipos de termómetros: los digitales modernos, cuyas instrucciones deben seguirse; y los de mercurio. Estos últimos son de dos tipos: los terminados en punta alargada, adecuados para el registro en la boca o la axila, y los de punta semiesférica, para el registro en el recto.

Para tomar la temperatura con los termómetros de mercurio se debe primero asegurar que se encuentran lavados coií&|*ua y jabón y desinfectados con alguna solución antiséptica. Después se baja la columna de mercurio, tomándolos por el extremo contrario bulbo y agitándolos con fuerza. Normalmente se aplican durante tres minutos.

La temperatura rectal suele ser más alta que la bucal y ésta más alta que la axilar. La rectal se suele emplear en niños pequeños, personas inconscientes o en las que tomarle en otro sitio sea complicado. La bucal requiere la colocación del termómetro bajo la lengua, pidiendo a la persona que no la cierre del todo, sino simplemente lo haga con los labios. Para el registro de la axilar, se coloca el termómetro en la cúpula de la axila y se pide al paciente cerrar el brazo contra su cuerpo.

Al interpretar la temperatura corporal se deben tomar en cuenta sus variaciones normales. Baja durante la noche, llegando a un mínimo hacia la madrugada. La primera mitad del ciclo menstrual cursa con temperatura más baja que la segunda. La altera el ejercicio y el baño. Por esta razón se recomienda registrarla por la mañana, al despertar, cuando no se sospecha la existencia de fiebre. En pacientes febriles se recomienda tomarla al despertar, antes de la comida del medio día y hacia las seis de la tarde. Desde luego existen casos donde su registro debe ser más frecuente.

La presión arterial

Otra de las mediciones importantes para la práctica clínica es la presión arterial. Para ello existen ahora tres tipos de esftngomanómetros-, los de columna de mercurio, los aneroides y los electrónicos. Los primeros son sumamente confiables, los segundos son de empleo más sencillo, sin embargo, su lectura puede ser errónea, por lo que se recomienda utilizarlos solamente para el control que el paciente haga de su propia presión arterial, después de haber cotejado el aparato contra uno de mercurio. Los electrónicos son de más fácil y cómodo manejo, inclusive para el propio paciente; no se requiere el uso del estetoscopio y mide además la frecuencia cardíaca; debe vigilarse que la pila esté correcta y cotejarse periódicamente con uno de mercurio.

La técnica para el registro es sencilla:

a) Se coloca el manguito del esfingomanómetro sobre el brazo del paciente. Para ello existen manguitos de diferentes tamaños: para niños pequeños, niños y adultos. Se debe cuidar de no apretarlo demasiado y que su borde inferior quede por encima de la articulación del codo. También debe evitarse la presión de la ropa sobre el brazo, por lo que es recomendable despojar a la persona de la manga de la camisa, blusa o vestido. Desde luego la ropa de abrigo debe retirarse. La selección del manguito se hace en función de procurar una presión homogénea sobre las arterias del brazo y así evitar errores en la lectura.

b) Una vez colocado el manguito se ubica la arteria braquial con nuestro dedo índice, poco arriba del pliegue del codo.

c) Se coloca la cápsula del estetoscopio sobre el sitio donde se ubicó la arteria y los auriculares en nuestros oídos.

Se aprieta el bulbo del esfingomanómetro hasta alcanzar una presión cercana a los 200 mm de rancia occipital externa. El resultado se anota en centímetros y fracciones.

En los niños pequeños, comparar la circunferencia o perímetro de la cabeza con los patrones de referencia ayuda a la detección oportuna de cierre prematuro de las suturas craneales o de la hidrocefalia.

La presión arterial

Otra de las mediciones importantes para la práctica clínica es la presión arterial. Para ello existen ahora tres tipos de esftngomanómetros-, los de columna de mercurio, los aneroides y los electrónicos. Los primeros son sumamente confiables, los segundos son de empleo más sencillo, sin embargo, su lectura puede ser errónea, por lo que se recomienda utilizarlos solamente para el control que el paciente haga de su propia presión arterial, después de haber cotejado el aparato contra uno de mercurio. Los electrónicos son de más fácil y cómodo manejo, inclusive para el propio paciente; no se requiere el uso del estetoscopio y mide además la frecuencia cardíaca; debe vigilarse que la pila esté correcta y cotejarse periódicamente con uno de mercurio.

La técnica para el registro es sencilla:

d) Se coloca el manguito del esfingomanómetro sobre el brazo del paciente. Para ello existen manguitos de diferentes tamaños: para niños pequeños, niños y adultos. Se debe cuidar de no apretarlo demasiado y que su borde inferior quede por encima de la articulación del codo. También debe evitarse la presión de la ropa sobre el brazo, por lo que es recomendable despojar a la persona de la manga de la camisa, blusa o vestido. Desde luego la ropa de abrigo debe retirarse. La selección del manguito se hace en función de procurar una presión homogénea sobre las arterias del brazo y así evitar errores en la lectura.

e) Una vez colocado el manguito se ubica la arteria braquial con nuestro dedo índice, poco arriba del pliegue del codo.

f) Se coloca la cápsula del estetoscopio sobre el sitio donde se ubicó la arteria y los auriculares en nuestros oídos.

Se aprieta el bulbo del esfingomanómetro hasta alcanzar una presión cercana a los 200 mm de mercurio. En posteriores ocasiones se tratará de alcanzar una presión que se encuentre unos 30 mm de mercurio por arriba de la habitual en nuestro paciente.

e) Se comienza a soltar lentamente el aire del bulbo, moviendo la válvula. En determinado momento se escuchará un primer sonido del latido de la arteria. Entonces registraremos el nivel donde se encuentra la columna de mercurio y se tratará de la presión sistólica.

f) Se seguirá bajando la presión del aparato y se pondrá suma atención para detectar un cambio de tono o de intensidad del sonido del latido arterial. Ese momento equivale a la llamada fase IV de Korotkoff y es la presión arterial diastólica. Distinguir entre los dos momentos para registrar la presión diastólica no siempre es sencillo. En ocasiones se encuentran muy cercanos o no es posible detectar el cambio de tono. También existen personas, sobre todo con esclerosis de las arterias, en quienes el sonido del latido arterial se sigue escuchando hasta cuando la presión de mercurio es cercana al cero. Por otra parte, esta presión es un poco más elevada que la de la desaparición del sonido y da un mejor margen para el diagnóstico de hipertensión arterial.

g) Es aconsejable repetir el registro de la presión arterial cuando menos en tres ocasiones a lo largo de la consulta médica, debido a la frecuencia de pacientes cuya presión se eleva por razones emocionales.

h) Los electrónicos tienen una señal en el manguito que debe caer sobre la arteria braquial para su mejor funcionamiento.

RECOMENDACIONES

Casi cualquier segmento corporal es medible. Durante el ejercicio de la medicina puede surgir la necesidad de cuantificar alguna dimensión. Para ello recuerde buscar el instrumento más preciso y las unidades de medicina adecuadas. Unifique su técnica y sea constante en su empleo. Así logrará mediciones comparables y cuya función sea realmente apoyar el diagnóstico o tratamiento de su paciente.

Leticia Casillas: Grasa Corporal, posible factor de riesgo para la salud .Cuadernos de Nutrición, 16(6): pág. 7-15,1993.

Vargas, Luis Alberto y Leticia E. Casillas: Indicadores Antropométricos del déficit Y exceso de peso, para empleo en el consultorio y el campo, Cuadernos de nutrición : 16(5), pág. 32-46,1993.

Referencias consultadas

Kaufer, M., Tavano, L, Avila, H. Obesidad en el Adulto. Casnaueva E., Kaufer, M., Pérez L. A. B., Nutriología Médica. Ed. Médica Panamericana, 284 – 288, 293 -298. 2001

Preventing and managing the global epidemic of obesity. Report of the World Health Organization Consultation of Obesity. Ginebra: WHO; 1997. National Institute of Health

Benito, A. Evaluación del Estado de Nutricón. Pérez L. A. B., Marván L.Manual de Dietas Normales y Terapéuticas Los Alimentos en la Salud y la Enfermedad. La Prensa Médica Méxicana, 57 – 65.

Avila, H., Tejero,E. Evaluación del Estado de Nutrición. Kaufer, M., Pérez L. A. B., Nutriología Médica. Ed. Médica Panamericana, 602-611. 2001